Se espera del Blog que los autores realicen sus aportes, los que podrán ser individuales o en equipo, sobre la base de los temas de estudio en los cuales se especializan que representen visiones novedosas que se encuadren en vinculación a ideas fuerzas de la economía política que contribuya a la orientación de un nuevo modelo de acumulación en argentina como reflexión necesaria en el Bicentenario.
viernes, 13 de agosto de 2010
PLAN COOPERATIVO DE LENIN
Parte integrante de la doctrina de Lenin sobre la edificación de la sociedad comunista en la U.R.S.S., plan de transformación socialista de la agricultura del país mediante la incorporación voluntaria de las amplias masas de campesinos trabajadores, a través de las cooperativas al cauce de la construcción socialista. El plan leninista partía de las indicaciones programáticas de Marx y de EngeIs, y constituye el desarrollo creador del marxismo en las nuevas condiciones. Lenin acabó de formularlo de manera definitiva en sus artículos “De la cooperación’’, “Sobre el impuesto en especie’’ y otros trabajos. La idea central del plan estriba en reorganizar las pequeñas economías campesinas individuales transformándolas en grandes haciendas colectivas mecanizadas. Las condiciones más importantes para situar la pequeña economía campesina sobre vías socialistas son la victoria de la revolución socialista y la instauración del poder de los trabajadores, la alianza de la clase obrera y de los campesinos bajo la dirección de la primera, el papel rector de la propiedad de todo el pueblo el desarrollo de la industria pesada. En estas condiciones, la cooperación constituye una forma socialista de economía. Para las amplias masas de campesinos, la cooperación resulta la forma más comprensible, más accesible y mas aceptable de pasar al socialismo. Se armonizan en ella los intereses personales del campesino con los intereses de toda la sociedad. El plan cooperativo de Lenin señalaba el desarrollo de todas las formas de cooperación, desde las más simples en un principio —la de consumo y la de abastecimiento y venta— hasta diversos tipos de cooperativas de producción cuya forma más elevada es la koljosiana. La cooperación de las haciendas significaba socializar los medios de producción en la agricultura (sin expropiar al campesinado) y poner fin a las contradicciones entre la industria socialista y la economía campesina individual. Lenin entendía que el Estado de la dictadura del proletariado ha de dirigir la cooperación, ha de prestar toda clase de ayuda al campo, incluidas la ayuda técnica, la financiera, la cultural etc. Pera ello concedía gran importancia a las organizaciones de patrocinio formadas por obreros de fábricas y plantas industriales. El plan cooperativo se llevó a la práctica, en la U.R.S.S., bajo la dirección del P.C.U.S. en medio de una encarnizada lucha de clases contra los elementos capitalistas y los grupos políticos que reflejaban los intereses de los enemigos de clase (trotskistas, bujarinistas, nacionalistas burgueses), grupos que intentaban circunscribir el plan cooperativo de Lenin al desarrollo de las cooperativas de venta y hacer fracasar la colectivización: la organización de las pequeñas haciendas campesinas en cooperativas de producción. La lucha de clase contra los kulaks, el desenvolvimiento de todos los tipos de cooperación en la agricultura, la experiencia y el ejemplo de las primeras cooperativas de producción y de los sovjoses en el campo, la ayuda que el Estado soviético prestó a las cooperativas, todo ello preparó el paso a la colectivización total de la agricultura del país y, consecuentemente, a la liquidación de los kulaks en cuanto clase. La colectivización de la agricultura trajo como resultado que en el campo soviético se suprimieran las relaciones de producción capitalistas y se establecieran relaciones de producción socialistas. El plan cooperativo de Lenin tiene inmensa importancia internacional. Guiándose por sus principios, apoyándose en la experiencia histórico—mundial de la edificación del socialismo y del comunismo en la U.R.S.S. y partiendo de las condiciones históricas concretas, los otros países socialistas llevan a cabo con éxito las transformaciones socialistas en la agricultura. Las ideas de Lenin acerca del paso de las masas trabajadoras campesinas a las formas colectivas de organización del trabajo en la agricultura también ejercen un influjo revolucionario sobre los trabajadores de los países capitalistas, sobre todo de los jóvenes países en desarrollo, que se han liberado del colonialismo y han emprendido el camino del desarrollo político y económico independiente.
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